viernes, 17 de febrero de 2017

Razones a favor de la tauromaquía

A estas alturas de la vida, en pleno siglo XXI, me parece denigrante que todavía hayan personas que se metan en la vida de los demás. No puede ser que personas que ni conozco,esos malditos animalistas, tengan que opinar sobre mis gustos.

Sí, soy amante de la tauromaquia, ¿y qué?

No me puedo divertir con otra cosa, me es imposible. Para mí, no existe el cine, un buen libro, ni la compañía de los amigos en casa. Mi programa favorito es Toros para todos, mi libro la biografía de José Ortega Cano y la compañía la de los apoderados y banderilleros en la Maestranza.

Los toros no sufren, los animales no sufren, las mujeres no sufren, nadie sufre. Con estas tonterías de la ley de protección al menor, a la mujer y a los animales no estamos convirtiendo en auténticos quejicas, y así nos va el país.

A grandes como Goya o Federico García Lorca les encantaban los toros, normal, les encantaban muertos, llenos de sangre y en medio de una plaza abarrotada gritando una oreja, más tortura y alzando a niños con miradas sanguinarias siguiendo los pasos de sus progenitores.

En la Prehistoria la tauromaquia estaba justificada, porque no existía la televisión, y por existir no existían ni las plazas de toro, pero en la actualidad también debe estar justificada: 
  1. Los animales no sufren. Los que sufren son los malditos animalistas.
  2. En el siglo XXI nadie debería meterse en la vida de los demás, cada uno disfruta con lo que más le gusta, y con la tauromaquia a nadie se le hace daño.
  3. Las faenas que hace Morante son las causantes del revuelo en la plaza, eso es arte de verdad, y lo demás son tonterías.

Todo eso dicho anteriormente ha sido una dosis irónica, basada en la mentalidad del español medio.

La tauromaquia, un arte; sí. Da dinero a España; sí. Es atroz y neanderlan; sí. Es increíble como yendo al ruedo te puedes encontrar a todo tipo de personas alabando a un asesino.

Yo, antitaurino, y carnívoro, por así decirlo, veo belleza en el toreo, y ya la ironía queda aparcada. Siempre, cuando estás en contra de eso saltan con la argumentación de que los cerdos o los pollos son matados de una forma peor. Pero no saben algo, a esas ''matanzas'' no acude nadie con pañuelos blancos ni lleva a sus hijos para que aplaudan las muertes de los animales, en el ruedo sí.

¿Por qué no torean al toro, cien veces si hace falta, y luego lo dejan salir por otra puerta? Y no habría más escándalo. Muchos taurinos dicen que quién tendría a un toro de mascota. Pues nadie, pero ese toro al salir por la otra puerta puede ser matado a base de una inyección letal, pero no públicamente, y menos delante de niños.

También dicen que el toreo genera mucho empleo. Pero si no existieran las dehesas, en esos lugares habrían otras especies de trabajos y empresas basadas en el mundo rural o natural. Y lo que sería mejor, la plaza de toros podría ser el museo de algo ya extinto; el asqueroso toreo.

Torero, tu profesión me da asco, pues eres un asesino.

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